"...It's not as if I mind
that your heart ain't exactly breaking..."Life for Rent
Dido
Pedir perdón es honorable, es un acto valiente; una demostración de madurez incalculable. Pero si y sólo si cuando se hace de corazón y se mira a los ojos a quien se lastimó; cuando el individuo que ha herido y/o faltado es honesto consigo mismo y reconoce que ha fallado, y pone toda su voluntad en enmendar su error y evitar por todos los medios incurrir nueva vez en ello.
Cuando muchos años después se escribe en un correo electrónico, SMS, chat o cualquier otro canal frío un rancio "te pido perdón", "perdóname por..." o como usted prefiera hacerlo, luego de haberse comportado en el pasado como todo un sádico hijo de puta durante largo tiempo, ese "perdóname" sabe a cinismo, a cobardía... a nada.
Un juego estúpido, un intento de manipulación y nada más que, si acaso, deja una risita burlona.
Así es de "significante" y de difícil de tragar ese "perdóname" cuando quien lo expresa carece de absoluta importancia.
1 comentario:
Más claro ni el agua...
Publicar un comentario